El Rodri es uno de los artistas más populares del momento, y su éxito se refleja en su cuenta bancaria. Se estima que el cantante tiene una fortuna de alrededor de 50 millones de dólares, gracias a sus giras de conciertos y álbumes vendidos.
Pero no solo su carrera musical ha contribuido a su riqueza. El Rodri es conocido por su amor por los coches de lujo, y se rumorea que tiene una impresionante colección de vehículos de alta gama. Entre ellos se encuentran un Lamborghini Aventador, un Ferrari 458 Italia y un Rolls-Royce Phantom.
Además, el cantante también es propietario de varias casas en diferentes partes del mundo. Se dice que tiene una mansión en Beverly Hills, una casa en Miami y un apartamento en Nueva York. Todas ellas están decoradas con muebles de diseño y obras de arte de gran valor.
Pero El Rodri no solo disfruta de los lujos en su hogar. Cuando está de gira, se aloja en los hoteles más exclusivos y caros del mundo. Se dice que su hotel favorito es el Burj Al Arab en Dubai, donde se aloja en la suite presidencial, que cuesta más de 20.000 dólares por noche.
El cantante también es conocido por su amor por la buena comida y los restaurantes caros. Se dice que ha gastado miles de dólares en cenas en restaurantes como el Masa en Nueva York, donde el menú degustación cuesta más de 500 dólares por persona.
Cuánto dinero tiene El Rodri
Pero no todo es extravagancia en la vida de El Rodri. El cantante también es conocido por su generosidad y su compromiso con causas benéficas. Ha donado grandes sumas de dinero a organizaciones como la Cruz Roja y UNICEF, y ha participado en conciertos benéficos para recaudar fondos para diferentes causas.
En resumen, El Rodri es uno de los artistas más ricos y exitosos del momento, gracias a su carrera musical, su amor por los coches de lujo, sus propiedades en diferentes partes del mundo, sus estancias en hoteles exclusivos y sus cenas en restaurantes caros. Pero también es conocido por su generosidad y su compromiso con causas benéficas, lo que demuestra que su riqueza no es solo una cuestión de extravagancia y lujos, sino también de responsabilidad social.